El arresto de Sean Combs, mejor conocido como P Diddy, ha desempolvado entrevistas, desatado decenas de rumores y mantiene en vilo a la industria de la música.
Puff Daddy, reconocido productor de hip hop, fue arrestado este septiembre acusado de tráfico sexual federal y crimen organizado, algunas acusaciones de abuso y amenazas datan de 2008, aunque el cantante y productor ya se declaró no culpable.
Luego de su arresto, llamó la atención de la prensa y fans, como las cuentas de “X” de Pink y Usher eliminaron todos sus “tuits”, si bien no ha sido confirmado oficialmente, los rumores no tardaron en asociarlo a consecuencias por las fiestas de Diddy, aunque Pink no ha sido incluida en la lista de celebridades que solían acudir a estos eventos.
En el caso de Usher, el rapero publicó un comunicado asegurando que su cuenta fue hackeada, y por ello eliminaron todos sus posts. Usher ha sido muy allegado a P Diddy, ambos apadrinaron la carrera de Justin Bieber, e incluso Usher llegó a vivir casi 1 año con el acusado. Trascendió una entrevista dada por Usher hace muchos años, donde asegura que mientras compartió casa con Diddy, “vio cosas salvajes que no entendía”.
Para muchos, es el momento perfecto para que un movimiento “#MeToo” se levante dentro de la industria musical, que no se vio afectada en aquel momento que las industrias cinematográficas y periodísticas se vieron sacudidas por graves acusaciones de abusos de gente como Harvey Weinstein y Roger Ailes de Fox News. Y es que a pesar que la música sigue siendo controlada por hombres y las pocas acusaciones de abusos parecen haber sido silenciadas antes de llegar a la luz, muchas tienen esperanza que este momento la historia cambie.
De ser encontrado culpable, Puff Daddy podría obtener cadena perpetua, a pesar de esto y según la empresa Luminate de análisis de datos, el catálogo musical de Diddy ha aumentado reproducciones y búsquedas en todas las plataformas al menos un 18% desde su arresto.
¿Es este el inicio del #MeToo musical?