Con una energía arrolladora, el cuarteto no solo hizo vibrar a miles de salvadoreños con sus éxitos, sino que también cedió el escenario para presentar a Joaquina, la venezolana que, frente a un público emocionado, mostró su talento como artista emergente.
A las 8:50 pm, el estadio se sumió en la oscuridad. Segundos después, Isaza, Villa, Simón y Martín aparecieron entre gritos y aplausos, y tras un abrazo grupal, tomaron posiciones y comenzaron con Cómo te atreves, encendiendo la noche. Entre fuegos artificiales, confeti, y el brillo de manecillas de colores sincronizadas con el ritmo, el espectáculo fue una experiencia completa. La banda, sin dejar un centímetro sin recorrer, aprovechó una pasarela que se extendía por el campo para acercarse a cada tribuna, asegurando que nadie se quedara fuera de esta fiesta musical.
En uno de los momentos más únicos de la noche, las pantallas proyectaron tres canciones y el público, con sus pulseras, votó su favorita. El estadio se tiñó de azul y No hay más que hablar resultó la elegida, un detalle que reforzó esa conexión especial entre Morat y sus fans.
A las 11:30 pm, la noche cerró con Faltas tú y un estallido de fuegos artificiales, dejando a las fans con el recuerdo de una noche que difícilmente podrán olvidar. Los integrantes recorrieron la pasarela para regalar púas, baquetas, y banderas salvadoreñas, mientras el mensaje en pantalla “Gracias a Beyoncé” desató risas en el público.
Una noche sin edades, donde pequeñas y adultos corearon cada verso, confirmando la entrega total de Morat a su gente.
¡Hasta la próxima!