Dark Mode Light Mode

Suscríbete y sé parte de la revista más exclusiva de El Salvador.

Al insertar tu correo electrónico te suscribirás automáticamente a la base de datos de Storylate para recibir boletines editoriales. Tus datos serán administrados por la empresa Radical Capital.

Timothée Chalamet se cuela en un concurso de imitadores de él mismo

Nueva York se convirtió en el insólito escenario de una especie de carnaval de espejos: un concurso de dobles de Timothée Chalamet.
Imagen: EFE

La ciudad de Nueva York parece una metrópoli familiar con el absurdo. Cualquier domingo en Washington Square Park puede cruzarse con el teatro de lo insólito, pero la escena se volvió un tanto caricaturesca cuando decenas de “Timothées” se congregaron en el parque. Y no solo fue un desfile de fanáticos: allí, en carne y hueso, estaba el mismo Timothée Chalamet, el actor, presenciando en silencio su propio culto de imitadores.

El evento, organizado por el YouTuber Anthony Po, comenzó como una especie de broma, con carteles prometiendo un premio de 50 dólares para el mejor Chalamet look-alike.

Pero la popularidad de Chalamet y el imprevisto de su presencia física convirtieron la reunión en un suceso casi trágico. Mientras un juez evaluaba el parecido a Willy Wonka o a Paul Atreides entre los concursantes, la policía tuvo que intervenir cuando el caos superó el orden.

Publicidad

No era la primera vez que un ícono del cine vivía el efecto de mirarse en su propio espejo deformante. Dolly Parton y Charlie Chaplin probaron la misma ironía: verse “vencidos” en concursos de dobles de sí mismos, y esta vez Chalamet habría podido perder también, ante su propio mito. Una curiosa broma de lo efímero y lo auténtico en tiempos donde, quizás, el propio Chalamet —o su doble— nos recuerda lo fácil que es perder el control del espectáculo.