Ya no hablamos de las clásicas rutinas de ejercicio intensivo o el pequeño retoque estético al que el ojo público se ha acostumbrado. Aquí hay algo distinto, un resultado que desarma las expectativas: piel impecable, rostros más jóvenes y vibrantes, casi como si hubieran alcanzado una nueva juventud.
La ciencia detrás del milagro
Cirujanos plásticos y expertos en estética coinciden en algunos ingredientes del cóctel: Ozempic para afinar la silueta, bioestimuladores para revitalizar la piel, y fillers estratégicos en labios y pómulos.
Pero la verdadera estrella de estas transformaciones, según los especialistas, parece ser el facelift.
Para quienes no están familiarizados, el facelift —o ritidectomía— es un procedimiento quirúrgico que promete un rejuvenecimiento visible al reposicionar los tejidos del rostro y el cuello. Más allá de reducir la flacidez o las arrugas profundas, esta técnica tensa músculos subyacentes, redistribuye grasa facial y elimina el exceso de piel, dejando un resultado que parece desafiar al tiempo.
El renacimiento del Facelift
Lejos de los resultados rígidos y poco naturales que alguna vez dominaron el imaginario colectivo, los facelifts modernos son una obra de arte. Integran técnicas avanzadas que combinan discreción y eficacia, logrando que los pacientes no solo se vean más jóvenes, sino más frescos, como si hubieran dormido profundamente durante una década. Y cuando el bisturí encuentra manos expertas, el resultado puede ser tan impactante como el de nuestras protagonistas.
El antes y el después de cada una:



¿La misma receta o el mismo cirujano?
El internet, siempre listo para descifrar los secretos de las celebridades, no ha tardado en reaccionar. Memes claman querer “lo que Lindsay, Christina y Donatella se hicieron” como regalo de Navidad, mientras otros especulan si las tres han compartido al mismo cirujano. Después de todo, sus transformaciones son tan impresionantes que bien podrían formar parte de una trama de ciencia ficción al estilo de La muerte le sienta bien (sí, esa película donde la juventud eterna llega en un frasco).
Aunque las especulaciones abundan, una cosa es cierta: estas mujeres no solo dominan el arte del espectáculo, también han encontrado el camino para redefinir el envejecimiento en un mundo que no perdona. Y así, con cada aparición pública, Lindsay, Christina y Donatella no solo nos dejan boquiabiertos, sino que nos recuerdan que, cuando se trata de belleza, la ciencia y el arte son las verdaderas estrellas del show.