En el cuadro de honor del Masters 1000 de Roma 2025, entre los más grandes del tenis, hay uno que resalta no solo por su talento, sino por lo que representa: Marcelo Arévalo, el tenista salvadoreño que, junto a su compañero croata Mate Pavic, ha conquistado el título de dobles tras una final épica contra la dupla francesa conformada por Sadio Doumbia y Fabien Reboul.
La final, disputada este domingo en la arcilla italiana, fue mucho más que un partido. Fue un pulso emocional que dejó sin aliento al público y reafirmó por qué Arévalo y Pavic no solo encabezan el ranking mundial de dobles, sino también el panorama actual del tenis. El marcador lo dice todo: 6-4, 6(6)-7, 13-11. Una batalla que, por momentos, pareció inclinarse hacia los franceses, pero que terminó en manos de los líderes del circuito.
El primer set fue un ejercicio de control y precisión por parte de Arévalo y Pavic. Con quiebres oportunos y una defensa sólida, lo cerraron 6-4. Pero el segundo set trajo el drama. Los franceses resistieron con inteligencia y lograron forzar el tie-break, donde supieron capitalizar los errores de la dupla número uno del mundo y empataron el partido tras ganar 8-6 en el desempate.
El súper tie-break final fue una montaña rusa emocional. Con un público dividido entre la sorpresa y el asombro, el marcador subió punto a punto hasta un 13-11 que definió una de las finales más memorables del torneo. Arévalo y Pavic no solo sobrevivieron, sino que dominaron el momento más crítico con temple y convicción.
Esta victoria no es solo un título más para el dúo salvadoreño-croata, que ya venía de ganar el Sunshine Double (Indian Wells y Miami Open). Es una confirmación rotunda de que están construyendo una temporada histórica. Su paso por Roma ha sido una afirmación de poder, no solo por el resultado, sino por la forma: ganando cuando más cuesta, bajo presión, y frente a una dupla que no figuraba en el top 25 pero que hizo todo para merecer el título.
En un torneo que reunió a figuras de talla mundial, Marcelo Arévalo se ha asegurado un lugar en la parte más alta del tenis como una de las estrellas más fiables, resilientes y emocionantes del circuito. Y en esta temporada 2025, su nombre no sólo aparece entre los campeones: lo hace en mayúsculas, consolidado e impecable.