La película más reciente de Nicolas Cage, Longlegs, ha sido promocionada como “la película más macabra de la década”. Con este tipo de expectativa, es natural preguntarse si realmente está a la altura. ¿Es tan impactante como prometen? ¿Merece la pena verla?
Longlegs sigue la historia de Lee Harker, una agente del FBI que se enfrenta a una serie de casos inquietantes: hombres que asesinan a sus familias, se suicidan y dejan notas con símbolos satánicos.
Aunque la premisa es espeluznante, lo más perturbador es que no parece haber signos de entrada forzada en las casas. Es como si alguien, o algo, los convenciera de cometer los crímenes. 
Visualmente, la película se siente nostálgica, evocando los thrillers de asesinos en serie de los años 90. La comparación con El silencio de los inocentes es inevitable: una joven agente del FBI, elegida para un caso de alto perfil, compensa su falta de experiencia con su agudeza.
A pesar de las expectativas generadas por su promoción, la película tiene sus altibajos. Aunque mantiene una tensión constante a lo largo de sus 101 minutos, algunos aspectos no terminan de cuajar. Nicolas Cage brilla en su interpretación de un personaje extraño, que combina el glam de los 70 con un toque cómico y absurdo. Sin embargo, su personaje carece de profundidad. Como señala Martine Nyx en Medium: “Se supone que debemos temerle porque comete crímenes y tiene una voz escalofriante, pero no se le otorga una verdadera motivación o complejidad psicológica”.
A pesar de estas críticas, Longlegs logró recaudar más del doble de su presupuesto en su primer fin de semana, lo que indica que la película ha sido bien recibida. Si bien su promoción como “la más macabra de la década” puede ser exagerada, la película ofrece una atmósfera tensa y perturbadora que mantiene al espectador intrigado hasta el final.